martes, agosto 31, 2004

Requiem por agosto

Muere agosto.

Se retira con su mirar enloquecido, con sus labios entreabiertos, con el calor que desprenden sus huesos.

Nunca me gustó agosto. Era como si julio se llevara el peso de la alegria del verano, como si la piel bronceada, la arena o las barcas sonrieran de forma más sincera en el séptimo mes, mientras que el octavo se contentaba con servir como larga despedida del periodo vacacional. Demasiado cerca de septiembre tal vez...

Este agosto he sonreido, infinitamente más que en julio. Sus días pese a estar lejos del mar... me han mecido al compas de las mareas que añoraba, he sido feliz. Hoy soy feliz.

Muere agosto, y lo recordaré con la misma sonrisa con la que recibiré mañana a septiembre... y su transición al otoño, a mi otoño... al otoño que siempre adoré y que siempre vino cargado de poesia.




Alguien

Alguien me dijo que si deseas algo mucho... se hace realidad, espero que sea cierto

domingo, agosto 29, 2004

Porque sí

[...]

- Por qué?

- Porque sí

- Esa es tu manera de justificar las cosas?

- Tengo que justificar siempre lo que siento?

- No estaría mal ...

- A veces las justificaciones sobran, no crees?

- No te entiendo, lo intento pero es que me lo pones dificil

- Lo sé, pero no estoy aplicando la lógica... digo lo que siento

- Estas loca

- Me gusta estar loca...

- Pero por qué?

- Porque sí

- Jajajajaja

[...]



viernes, agosto 27, 2004

Lucía

Lucía tiene ganas de que se acabe el día, que las horas se deslicen como los relojes de Dalí, derritiéndose por cada esquina que la monotonía recorre.

Lucía llega a su apartamento, arroja las llaves contra la mesa y se saca los zapatos de tacón... tirándolos lejos, mientras sonrie maliciosamente. Deja caer su cuerpo sobre el sillón cerrando los ojos y dejando que sus manos rocen el suelo ligeramente... esta frío. Le gusta.

Lucía estira el brazo... todo lo que puede para lograr acercarse al mando a distancia de la cadena de música... la enciende, y vuelve a cerrar los ojos. El equipo, empieza a reaccionar alternando canciones de los cds que tiene cargados.

Lucía se obliga a levantarse, y va despojándose de cada prenda que la cubre... hasta encontrarse desnuda ante el espejo del baño. Se mira... se descubre nueva cada dia, y en cambio siempre es todo tan parecido. Deja que el agua la golpee, le encanta la sensación del agua en su cara y bajando por su cuerpo.

Lucía busca la toalla sin mirar desde la ducha... no la encuentra, estira la mano... no está. Abre la cortina y comienza a andar hasta su dormitorio, marcando sus pasos mojados en el suelo. Lia la toalla alrededor de su cuerpo... y se deja caer de nuevo en el sillón. Escucha la cerradura... pasos, su presencia junto a su cuerpo sin decir nada, sus labios... vuelve a sonreir.

Lucia despierta cuando el equipo de musica cambia de disco,abre los ojos... no está, esta sola... deja de sonreir.


jueves, agosto 26, 2004

Una noche como otra cualquiera

Me despierto. Pulso la luz del despertador... la 1. Cierro los ojos.

Un ruido en el jardín. Abro los ojos... miro la ventana desde la cama.

Qué más da el ruido del jardín, son las 1 de la madrugada. MARISA DUERME!. Cierro los ojos.

Volteo para el otro lado. Me sorprendo con la mirada clavada en el armario... mañana no se me puede olvidar repasar el tema 17. Cubro mi rostro con las manos y me obligo a cerrar los ojos.

El sueño me empieza a acunar... estoy despierta.... ahora no... ahora sí.

Volteo de nuevo hacia el lado de la ventana. Abro los ojos. Pulso la luz del despertador... las 3. Cierro los ojos, repito el mismo ritual... también debo mirar la práctica que deje a medias, creo que no estaba bien del todo.

Me duermo... escucho otro ruido en el jardín, ah no... es un grillo. Cierro los ojos y sigo en algun punto entre lo real y lo onírico, saltando a cada lado de la linea de tiza del suelo.

Abro los ojos. Pulso la luz del despertador... las 6. Me encanta dormir a partir de las 6... sonrío y me duermo ahora sí perdidamente.





miércoles, agosto 25, 2004

Regresa

Hay una canción de Ismael Serrano muy corta, de apenas 2 minutos que jamás recuerdo cuando me preguntan canciones que me gustan, cae en el olvido y en cambio cuando empieza a sonar me encoge levemente el alma. Esa canción es Regresa. Pongo aquí la letra:


Pasan ya varios días sin ti.
żDónde te has metido? żDónde te escondiste de mí?

Acuchillo estrellas y grita la gente al ver,
llena de tristeza, que mi corazón arranqué.

Te dije: "En tu ausencia cuido de Madrid,
que yo estaré bien", y aquí te mentí.

Repaso lugares, me convierte en sal el dolor.
Las calles de Huertas, donde ella borracha gritó

mi nombre en las barras, de los bares en que la amé.
La guerra en su cuerpo, creo que fue ayer.

Rendido, empapado en alcohol y en su ausencia,
sangrando la herida que ha abierto esta espera,
gritando: "żDónde estás, rubia? Regresa".


martes, agosto 24, 2004

Inmortal

Unas manos.

Él decide, ella debe bajar la vista resignada. Dibuja su vida, la marca... necesita huir.

Se va.

Su voz la persigue. Se desplaza en espirales en torno a ella, le acarician, le arañan... sangre.

Cree sentir la lluvia.

La pintura de su rostro mancha sus manos. La de sus manos manchan la lluvia. La lluvia la sepulta en el mundo que el fabricó... duele.

La detiene.

Su cuerpo es un símbolo más de su poder. Desespera, grita, tiembla, escupe manchas de trementina. De sus ojos solo lágrimas que humedecen las esquinas de su cuerpo... enloquece.

Atrapada.

Se quedó sin sangre. Oxidada, fría, inerte, muerta, asqueada, enjaulada, pisoteada por las decisiones de su dueño... odia.

Venganza.

No puede moverse él lo logró. Dedica su existencia a mirarle con sus ojos manchados de odio y linaza. Le crea obsesiones, le arrincona contra su propia pared. Le regala los barrotes de su carcel teñidos de blanco de plata... envenena.

Muerte.

El murió, ella siempre seguirá viva... sonríe.






Sueño con banda sonora

Hoy volví a soñar, y lo que es aun más importante: me acuerdo!

No sé si esto es muy normal, pero para mi es novedoso: en mi sueño sonaba una canción! y cuando desperté me puse a tararearla mientras me vestía.

El sueño no era especialmente complicado, pero me sorprendió la canción de fondo, me desperte riéndome. Esa risa que te encoge el estomago, y te dobla por completo.

Hoy me gustó mi sueño.

domingo, agosto 22, 2004

El Grito

Me enamoré de él con 17 años. Le vi con su mirada perdida y sentí como mi vida cambiaba en ese mismo instante. Me acerqué a él, de la manera que podía, a veces sólo mirando su fotografía conseguía comprenderme y entender la pasión que me desbordaba al contemplarle.

Soñé con él. Aún a veces sigo haciéndolo.

No me importaba que la gente no entendiera que lo amaba... es más tampoco ahora me importa, que dirijan su mirada a mi rostro y me pregunten que veo en él. Qué más da? Sólo importa que me estremece... que me anuda el estomago con sólo mirarlo un segundo, y perderme en las cicatrices de su angustia.

Esta noche he descubierto su vacío en la pared del Museo Munch de Oslo, y por un instante se apoderó de mí la sensación de perder algo más que uno de mis cuadros favoritos.

Su hueco en la pared y los trozos de los marcos destrozados en la calle, significan que probablemente nunca pueda mirar a los ojos a aquel ser desorientado, angustiado, sepultado por el dolor y las dudas que una vez me empujó a estudiar Arte.

Hoy antes de dormir guardaré un minuto de silencio por la ausencia de El Grito y La Madonna de Edvard Munch.


Enlace a la noticia del robo de cuadros de Munch


sábado, agosto 21, 2004

Transformar

Esto en realidad es fruto de juguetear (en un momento de aburrimiento y soledad) con una foto... y sí, lo sé, a su vez es un ejemplo de egocentrismo en 10 pasos.

Tengo derecho a jugar, no?




Es tan sumamente facil variar la realidad...


... tan sólo depende de las ganas de transformarla que tengas...


... o de la pasión por las cosas y la fuerza que te mueve.


A veces te dan ganas de borrar todo y partir de cero...


... otras el vértigo te consume por aquello que desconoces...


... pero en la mayoria de los casos terminas por dejar de esconderte.


Y es entonces cuando la vida sabe a algo...


... y da igual por qué lo saboreas, al menos tiene sabor.


Cuando quieres darte cuenta...


... has transformado tu vida.

viernes, agosto 20, 2004

Nunca

Nunca abandonó el dolor de caer en el olvido. Nunca recogió su alma desdichada, del lugar donde la exilió el enemigo. Allí donde él mismo elevó su rencor, su odio, por haber perdido a la única mujer que lo amó.

Se negó tantas veces el perdón, que las huellas de su derrota sepultaron el camino de regreso a la vida. Una vida que ahora pasa ante sus ojos, como retales de una historia que jamás fue suya.

Nunca se permitió sonreír, porque la ausencia de felicidad debía marcar su rostro, izando la bandera de miseria en el parque de su soledad.

Se regaló un puñado de lágrimas, para que en ellas reposara su vida sin vida.

Se quejó de las veces que en sueños, permitió un atisbo de felicidad y arrancó de raíz su corazón, para que no le traicionara nunca más.

Abrió la caja de Pandora y hasta la esperanza huyó; se entregó al delirio de cumplir su castigo y fue tan doloroso, que el propio castigo se apiadó de él.

Arrancó de su garganta los gritos que nunca vertió, secó las ansias de compartir su dolor, aquel dolor que le llevó a perder todo lo que tenía.

Destrozó las sílabas de su nombre y de ellas sólo sacó más rencor. Se condenó a caer desde lo más alto de su propia existencia, a un infierno frío, helado, paralizado,... que el mismo creó.

Quiso morir tan lentamente que desde un principio murió.


miércoles, agosto 18, 2004

Pesadilla

Esta noche no dormí... me desperté sobresaltada, con lágrimas en los ojos por un mal sueño. Intenté seguir durmiendo pero no podía, tuve que encender la luz de mi habitación y resignarme a leer los apuntes de la facultad, hasta cambiar el rumbo de mis pensamientos. Conseguí que Morfeo regresara, sobre las 7 de la mañana... un poco tarde.


El sueño fue extraño... me veía en el pasillo de un hospital, caminando mientras leía los números de las habitaciones, y la ví. Era una mujer de unos 60 años, que clavó sus ojos en los mios. No me gustó la sensación de su mirada rígida, pero seguí caminando hasta encontrar la habitación.

Dentro de la habitación, risas, conversaciones reales, yo hablo así, la gente que estaba allí habla así... todo era demasiado normal, demasiado "real". Me acerco a la puerta para hablar con el telefono movil, y allí estaba ella. Mirándome, escaneando con sus ojos cada centimetro de mí, y otra vez la inquietud como un dolor sordo en mi nuca.

Me despido de todos... y camino por el pasillo, saliendo por la puerta principal... llego a casa y aparco el coche (es mi casa, es mi coche, es mi ropa, ... es mi vida dentro de una pesadilla). Entro en casa, esta vacía. Incluso llego a recordar que mis padres salieron a comprar algunas tablas, para hacer una estanteria.

Me dirijo a mi habitación y me cambio de ropa con la puerta abierta, salgo a buscar algo de la habitación de al lado... y allí en el pasillo, está ella, mirándome como lo hacia en el hospital y ahora sonriendo. Cierro los ojos pensando que es mi sugestión, los abro y ella esta a un metro de mí. Sus ojos me miran, pero no los veo, estan perdidos, estan vacios... no puedo moverme, trato de mover mis piernas y no puedo hacerlo.

Trato de cerrar los ojos, rogando que sea una pesadilla pero no puedo, no controlo ni un solo centimetro de mi cuerpo. Ella se acerca con algo punzante en sus manos... sin dejar de sonreir, señala mis ojos... acerca el arma a ellos, sólo puedo llorar...

Cuando me desperté aun sentía su presencia en la habitación...

martes, agosto 17, 2004

El beso

Sintió su presencia, antes que sus ojos se clavaran en los suyos; sintió su olor antes de entrar en la habitación; sintió su cuerpo rozándole antes de saber siquiera que podría aparecer. Y la besó.

Daba igual el tiempo que había transcurrido desde que la vio hasta que dibujó en sus labios el deseo. No importaba donde estuvieran, ni como habían llegado allí.

Sólo se dejaba llevar por aquel beso...


viernes, agosto 13, 2004

Consumida

Y se perdió.

Buscó durante horas en esa habitación, que hasta hace minutos era suya, sin encontrar nada que le hiciera saber que seguía existiendo. Vio su cama, su almohada, ... y en cada objeto todo aquello que fue su vida.

Y se perdió.

Golpeó la imagen que el espejo le escupia, destrozó con sus manos la ropa que olía a lo que ya no era, vomitó injurias por lo que era y no quería ser.

Y se perdió.

No descubrió en su cuerpo nada que la hiciera volver a encontrarse. Arañó sus piernas, su pecho, su cara buscando debajo algo que le regalara lo que buscaba y no lo halló .

Y se perdió... consumida, sin lograr entenderse.


jueves, agosto 12, 2004

Caer

Te caes.

Miras alrededor para ver si alguien se dio cuenta. Respiras tranquila y sacudiendo la tierra de tus rodillas y tus manos, comienzas a caminar.

Sientes la sangre derramarse por tu pierna, pero no bajas la mirada... la gente que camina junto a ti, podría darse cuenta que tropezaste. No pueden darse cuenta.

Te caiste... creo que desde ese momento, no te levantaste del suelo. Se te olvidó caminar.

miércoles, agosto 11, 2004

Lágrimas de San Lorenzo

Esta noche a las 22:45, la lluvia de meteoros se verá especialmente clara, o eso dicen los astrónomos. Dicen también que quien quiera puede salirse a la terraza y mirando un horizonte despejado hacia el sur y el este, verá sin dificultad cientos de estrellas fugaces.

Estaré atenta para pedir algun deseo!

lunes, agosto 09, 2004

Jugar

Ví en una página hace un tiempo una especie de juego, que consistía en dar una frase inicial. Cada persona tenía que escribir algo que empezara con esa frase. Me pareció curioso, y hoy os propongo jugar un rato.

La frase inicial es:

"Sólo se escuchaba de fondo ..."




Sólo se escuchaba de fondo la misma pieza musical una y otra vez. El se detuvo en mitad de la calle, mirando a los lados, buscando entre las cajas de cartón vacías de algun callejón oscuro.

Buscaba insistentemente la fuente de aquella música que a ratos le embriagaba, y otros le desesperaba hasta jurar asesinar cada nota musical con sus propias manos. Cuanto más caminaba, más intensamente interpretaban la canción; asi que se paró, pero la música se pegó a sus oidos en un lento susurro que le hizo enfurecer.

Quería acariciar esa música con sus dedos o al menos apagarla para siempre. Y decidió odiarla; caminó 15 minutos detestando ese sonido y entonces, la música cesó, como cesan las cosas verdaderamente grandes, sin una despedida, sin la antesala del adios.

Y él buscó entre las cajas vacias, entre los callejones oscuros, porque necesitaba volver a odiar esa música que al menos no le dejaba entrever su soledad.



Doríforo

Esta escultura me trae buenos recuerdos.

DoríforoEs probablemente una de las esculturas griegas que más me gustan de todas las que he visto y estudiado (y son muchas). Pertenece a Policleto, escultor que creó a través de esta escultura su canon de representación masculina (canon de las 7 cabezas), pero no voy a dar ahora una clase sobre escultura griega ni mucho menos.

Esta escultura al margen de su calidad, me transporta a mi primer año en la Universidad. En un auditorio con capacidad para mas de 250 personas, repleto de caras que luego deje de ver, y en uno de esos bancos finales, nosotros, riéndonos. Me gustaba mi grupo de amigos, me gusta.

Una de nosotras, se enamoró perdidamente de esta escultura... para ella era mucho más que un trozo de piedra y mientras adoraba cada centimetro de marmol se iba sumergiendo poco a poco en las palabras del profesor.

Por lo que al final del curso se encontró enamorada perdidamente de una escultura y de un profesor bajito y regordete que sabía explicar como nadie las razones de la existencia de su dulce y marmoreo amigo. Nos reímos mucho ese año. Nos reímos mucho siempre.

sábado, agosto 07, 2004

Escanciando vida

Cae una gota en la copa, y tu no notas su sonido al caer ni su aroma.

Caen dos gotas más y el olor del vino rojizo comienza a embriagarte.

Cae otra gota pero tu conversación es tan animada que no notas que la copa esta medio llena.

Y caen tres gotas más, justo al tiempo que te das cuenta que la copa puede derramarse, pero no impides que el camarero deje de servir el vino.

Apartas la mano y ves que el liquido que deseas en tus labios ha impregnado el mantel hasta tocar tus dedos.

No importa... sólo te llevas el dedo a la boca y saboreas el vino en tu piel, cerrando los ojos.

viernes, agosto 06, 2004

Le veía

... en el calor que desprendía el asfalto triste.

... en la cara oculta de la luna.

... en el vuelo de los pajaros cansados.

... en el gruñir de los animales enfurecidos.

... en el mar revuelto por las olas.

... en la mirada de las personas que no tenían miedo.

... en la fuerza con la que el viento sacudía las ramas.

... en las hojas mojadas de los charcos.

... en la luz ensangrentada del atardecer.

... en los sueños de la gente que se permite soñar.

... en la acidez de las frutas y en el dulzor amargo del chocolate.

... en las páginas de un libro y en el aspero tacto de la realidad.



jueves, agosto 05, 2004

Alfonsina Storni

Hasta hace pocos meses para mí, Alfonsina sólo era parte de una bella canción... con el tiempo descubrí su poesia y entre sus poemas este titulado La caricia perdida.


Se me va de los dedos la caricia sin causa,
se me va de los dedos... En el viento, al rodar,
la caricia que vaga sin destino ni objeto,
la caricia perdida, ¿quién la recogerá?

Pude amar esta noche con piedad infinita,
pude amar al primero que acertara a llegar.
Nadie llega. Están solos los floridos senderos.
La caricia perdida, rodará... rodará...

Si en el viento te llaman esta noche, viajero,
si estremece las ramas un dulce suspirar,
si te oprime los dedos una mano pequeña
que te toma y te deja, que te logra y se va.

Si no ves esa mano, ni la boca que besa,
si es el aire quien teje la ilusión de llamar,
oh, viajero, que tienes como el cielo los ojos,
en el viento fundida, ¿me reconocerás?
(Languidez)



De orden, control y problemas

A veces intentas controlar las situaciones, y en cambio solo acabas sumida en el fondo de las mismas, sin distinguir con claridad si te apetece trepar por las paredes y volver a mirar la situación desde arriba o dejarte llevar por lo que sientes en ese preciso momento.

Es dificil... muy complicado mantener siempre el orden que tenías preestablecido.

martes, agosto 03, 2004

Retales vacacionales

Suelo cumplir mis promesas.

Prometí volver, y aquí estoy... ahora también cumplo la de traer algunas fotos que no quería perder entre los recuerdos y la ropa arrugada.

Estas fotos las hice desde el Castillo de Santa Catalina, acompañada de tres buenos amigos:

Caleta



Barcas



Oteando el océano



Esta otra es la cueva del Parque Genovés, me dio por pensar cuando paseaba por allí de niña, y me gustó lo que recordé y lo que sentí.

Puertas hacia un mundo distinto



Y por último el resumen de todas mis sonrisas estos 15 días.

Uno de mis niños



Es sólo una pequeña muestra, tuve que elegir entre las 119 fotos que saqué, miedo me doy con una cámara en la mano. Pero es que me apetecía compartir un trocito de mis vacaciones, así que disfrutad de este retalito de mi vida igual que lo hice yo...


lunes, agosto 02, 2004

Escondida

Algunos días antes de abrir los ojos, sé lo que va a ocurrir. Días en los que mi mirada pierde parte de su fuerza, tal vez eclipsada por la noche; noche nutrida de sueños y sueños nutridos de lágrimas.

Esos días, me refugio de mí misma dentro de una caja, fabricada con mi autocompasión y tristeza, donde casi nadie puede alcanzar a distinguir mis ojos entre la nube de dolor que los recubre. Intento acercarme al lugar en el que me hago fuerte, esquivando las caricias de las personas que tienen la capacidad de hacerme daño; resguardarme de las miradas que me desarman y dejan sumida, enterrada, aniquilada entre las dudas y el miedo.

domingo, agosto 01, 2004

He vuelto

Por fin de vuelta de mis vacaciones.

Las he aprovechado, aunque parezca mentira, sé que he ido menos a la playa de lo que hubiera querido, y que no han sido las mas apasionantes de mi vida... pero he estado con mi sobrino las 24 horas del día y eso nunca había ocurrido.

Puede ser un monstruito cuando se le antoja hacer la vida imposible, pero sabe como conseguir que le disculpes con uno de sus abracitos.

Tenía muchas ganas de volver también, retomar mi vida y encontrarme con algunas de las personas que más significan para mí. Terminaron las vacaciones pero... me siento bien!

Gracias por vuestros mensajes os he echado de menos :)

Qué escribo?

No sé muy bien aquello que quiero escribir en estos renglones, estaba jugando a un extraño solitario chino y escuchando carnaval de fondo, cuando he sentido ganas de escribir algo... pero el qué? Yo me lo pregunto también, insistentemente mientras dejo que mis dedos correteen por el teclado dando la explicación a mi repentina adicción a derramar palabras.
No encuentro motivo, ni tema, ni inspiración a la que aferrarme para ser por unos segundos la Marisa dramática y desgarrada a la hora de escribir, que era hace un tiempo.
Vertía palabras tristes porque sabía que me resultaba tremendamente sencillo conmover a la gente, a través del dolor escupido a la cara, de las palabras manchadas... sí. Será eso, que ahora no me apetece recubrir de sangre el mármol en el que descansan las manos cansadas, ni las piedras que rodean los muros de la soledad ajena y mucho menos de la mía propia. Tampoco quiero la frialdad del metal abriendo heridas en el pecho de la gente, ni la desesperación de la huida mucho más poética que las ganas de sonreír, pero hoy por hoy tremendamente alejada de lo que soy.

31 de Julio de 2004


Peces de colores

Ahora mismo me siento como uno de esos peces de colores que compras en cualquier tienda de animales; esos que se ven atrapados por una red (normalmente de color verde tal vez una especie de sarcasmo eso de otorgarle el color de la esperanza a una red), y que boquean durante tres o cuatro milésimas de segundo mientras el dependiente los mete en una bolsa de plástico llena de agua. Y alguien con la cartera preparada en la mano, la aprieta, sabiendo que en pocos segundos esa bolsa con vida encerrada en su interior será suya, es más ... esa pequeña vida que esta prisionera le pertenece, y por un momento se siente grande porque para ese pez es un dios y todo su mundo depende de él. Si quiere se convertirá en un cómplice que lo mirará todas las noches al llegar del trabajo con una sonrisa en los labios, o quizás lo regale a un niño que se divertirá estampando juguetes en el delicado cristal que lo separa del pez, o simplemente podrá tirarlo al retrete en cuanto llegue a su casa, ¿por qué no? ese pez nació sin libertad en una pecera con un precio marcado en su esquina superior. Es suyo y de él depende su vida. Da igual si el pez muere al tercer día de vivir en una bola de cristal de 25 cm, lo importante es que ese pez nunca será libre. No nació libre, y morirá sin saber lo que es libre. ¿Y a quién le importa la libertad de un pez? A ver, os entiendo, llevo escribiendo un rato sobre un maldito pez y ni siquiera me gustan los anímales, es más no sé la razón por la que he terminado hablando sobre él ni haciendo un alegato sobre los derechos básicos de un pobre y colorido animalito de pecera.
No os asustéis, no tengo pensado hacer una pancarta ni pintarme en la frente el lema de Green Peace. Lo que quiero decir, es que a veces mire a donde mire, solo veo un pequeño trozo de cristal, que delimita mi mundo. Y choco contra las paredes de mi cárcel-vida... y cuando miro más allá del vidrio veo a personas que aprietan sus manos secas fuera de esta pecera, mirándome como si yo sólo fuera un pez de colores. ¡Que alguien me diga de una maldita vez que no soy un pez de colores o acabaré volviéndome aún más loca de lo que estoy!.
Me acabo de mirar al espejo y no soy un pez. Algo que me quita cierto peso de encima, porque detesto los peces (extraña mi elección para esta comparación cuando ni siquiera me despiertan ternura). Sé que no estoy encerrada en una pecera, aunque me gustaría tener ese baúl que suelta burbujitas para esconderme en él durante al menos un instante de mi vida, debe ser muy relajante... creo, aunque nunca se lo pregunte a los peces de mi hermana.
Vayamos por partes, al parecer no soy un pez, y soy libre (lo libre que puedo ser en una sociedad demasiado preorganizada)... y sé que hace mucho calor y que divago. También sé que mis vacaciones se esfuman, como las falsas burbujas se escapan del dichoso baúl, las pompitas que me regalaban felicidad; y que las personas que miraban desde fuera se asustaron de mí, cuando pegando mi boca al cristal les dije que aunque me atrapasen en una red verde jamás les pertenecería.
Y también sé que la próxima vez que pase por delante de una tienda de animales, me acercaré a uno de esos peces de colores y brindaré con él, por sus burbujas y por mi libertad.

29 de Julio de 2004