martes, mayo 29, 2007

Simple

Intento cruzar la calle pero desde aquí no se ve si vienen coches.

Y hay algunas ventanas que se abren al verme caminar por la acera. Oigo murmullos entre los visillos, encadenados a las persianas.

Sabes, acabo de besarte y nada hoy tiene importancia.

martes, mayo 15, 2007

Todo es muy raro.

No sé porque debo comportarme como una mujer adulta, madura y fuerte. No entiendo las razones que tendrían que impulsarme a ser consecuente y coherente. Tarda mucho en pasar por aquí la suerte. Mucho.

A veces tengo ganas de correr y no parar nunca. A veces sólo quiero acurrucarme en una esquina y dejarme llorar como lo necesito. No me seques las lágrimas.

No necesito pañuelo esta mañana. No quiero saber que todo va a cambiar, que me esperan trenes en cada esquina, y que volaré tan alto como quiera si lo intento.

Quiero autocompadecerme diez minutos al menos. Quejarme. Patalear. Ser infantil… más de lo normal.

Jugar con la madurez que todos estos años he creído poseer, y guardarla en algún cajón hasta el día en que merezca prenderla en mi pecho.


No obstante sé que saldré de aquí. Lo sé.

miércoles, mayo 09, 2007

Amargo

Bueno lo diré rapidito para intentar que cueste menos decirlo.

Estoy en el paro.



... he dicho antes que esta vida es una mierda? Quede dicho.

martes, mayo 08, 2007

Retrospectiva

Hoy me cruce con las miradas que ayer se escaparon de mis ojos.

¿Cómo puede uno hacer tanto el ridículo y no darse cuenta de ello? Hoy pensé en lo que pensaba aquellos días, en las manos tendidas a una lluvia que no mojaba, a un sol que no calentaba, a un murmullo que me pasaba de largo inclinándose ante el resto de personas.

El corazón no pesa verdad? Y pesaba. A lo mejor no quería darme cuenta de la inclinación de la balanza y de los ojos cansados. Un hierro absurdo que descompensaba como un yunque lo que debía ser equilibrado y mágico.

Un hierro frustrante y oxidado que asumía mi vida como si fuera un poco más de porquería pegada a ella. No bastaba yo, supongo. No bastan las ganas de soñar para soñar. Ni las mentiras para llenar un corazón que no tiene ganas de latir. Para pasear de la mano hacen falta más que un par de manos distintas, hace falta algo que no se rellena con voluntad y cariño. O eso creo. El resto es sólo piel martilleando otra piel. Es … sólo piel.

Y el alma? Dónde la enclaustramos aquellos días?

miércoles, mayo 02, 2007

Vuelves

Ahora no, espera a que la lluvia amaine. No ves que el suelo se ha embarrado y no puedes jugar, que te vas a mojar y manchar los zapatos y luego tu madre te va a regañar. Déjalo pa dentro de un rato, ¿quieres que te cuente algo y te haga hojuelas? Yo no sé de muchas cosas de esas que tú lees en los libros, pero habrá algo que puedan enseñar las canas a los que los escriben, no? Cosas como las que oía a los campesinos que trabajaban las tierras cuando venían a comer, y yo les servía. Puedo contarte lo que nunca quiero que veas y yo vi en la guerra o decirte lo bonito que huele el campo después de segarlo. O tal vez prefieras que te diga lo guapa que iba tu madre cuando tu abuelo la llevaba a pasear. Si quieres puedo contarte que dijo tu padre cuando tu madre no se atrevió a decirle que nacerías, o lo que decían sus ojos cuando te cogió en brazos por primera vez.




Y otra noche que vuelves a mis sueños.