Derritiéndome.
Tal vez, tus labios entreabiertos, besándome los hombros. Tal vez mi boca recitando un poema inconcluso por la mala costumbre de respirar. Tal vez mis dedos acariciándote el alma y tu alma dibujando espirales en el mar de mi vientre.
Y esas palabras que sólo tu y yo entendemos, caminándonos la vida...