jueves, julio 21, 2005

Buenos Aires

Nunca pensar fue tan facil como ahora.

Desde que vi las luces de la ciudad a través de la ventanilla del avión, entendí que era una buena oportunidad para conocerme. Y es así.

Pensar es tan facil aquí.

Todo extraño, todo desconocido, mi mente viaja más rápido que cualquiera de los miles de coches que veo a diario por estas calles monstruosamente grandes.

Disfruto del frío, de la ciudad, de lo nuevo, de lo desconocido, de la compañía... disfruto de mi misma casi tan desconocida como el resto de las cosas que hoy me rodean.

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