martes, abril 10, 2007

Colcha

No te preocupes por las palabras que dejaste colgadas de la ducha, ni de lo azul del cielo aquel día, ni de la lluvia que nos ahogaba entre los cadáveres casi desconocidos de la gente. Tal vez amanecí esta noche demasiado rápido y creí creer que era de día pese a que aun crepitan las lámparas, en el silencio sordo de la calle. Y mis pasos se adivinan bajo la colcha arañando el espacio que me acoge.

Tengo tanto que decir y tantas palabras astillándome la garganta, pidiéndome la paz otorgada de un disparo certero, la solución al acertijo, el adiós y el descanso, como el calor de las heridas que se curan, y las sonrisas sin condescendencia ni ironía.

No te preocupes de las palabras que dejaste colgadas en la ducha, ha llovido mucho desde que se secaron.

2 comentarios:

La Garrapata Vegetariana dijo...

podrán quizás volver a estar bajo el cálido toque del agua. Aunque probablemente -es verdad- no lleguen a ser como eran antes de secarse. Pero todo cambia, incluso uno mismo

Gaddira dijo...

Y menos mal que cambiamos que si no... el tiempo no lo cambia todo, esa es la cuerda a la que nos gusta aferrarnos, un besito