Empiezo a soñar con la paz y el misterio de saberme recogida entre sus brazos. Empiezo a caminar a media noche por las habitaciones de esta casa que no murmulla que no me invita bailar.
La risa en sus labios, y la bendición de sus manos en mi pelo. Su voz suave y su temblar cuando acaricio con mis uñas sus muslos. Y la paz tan lejos hoy, tan lejos.
Empiezo a mirar por la ventana y no verme. A no olerme en la ropa del armario, a no intuirme entre los muros y la palmera, a no saberme en esta cama que empieza a huir de mí.
No queda nada, nada. Todo esta por venir.
1 comentario:
Suerte!!!
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