martes, mayo 15, 2007

Todo es muy raro.

No sé porque debo comportarme como una mujer adulta, madura y fuerte. No entiendo las razones que tendrían que impulsarme a ser consecuente y coherente. Tarda mucho en pasar por aquí la suerte. Mucho.

A veces tengo ganas de correr y no parar nunca. A veces sólo quiero acurrucarme en una esquina y dejarme llorar como lo necesito. No me seques las lágrimas.

No necesito pañuelo esta mañana. No quiero saber que todo va a cambiar, que me esperan trenes en cada esquina, y que volaré tan alto como quiera si lo intento.

Quiero autocompadecerme diez minutos al menos. Quejarme. Patalear. Ser infantil… más de lo normal.

Jugar con la madurez que todos estos años he creído poseer, y guardarla en algún cajón hasta el día en que merezca prenderla en mi pecho.


No obstante sé que saldré de aquí. Lo sé.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

...es mentira... (Joaquín Sabina).

Antonio J. Valenzuela. dijo...

La suerte no se busca, se encuentra. Las mil razones para perderse en ella, o para encontrarse, en ese olvido que creemos el motor de nuestra soledad, de pronto, una tarde, se nos presenta desnudo y barbecho en primavera, abofeteando los recuerdos escritos que irremediablente nos hacen sentir el inicio de algo nuevo y a lo que hay que inyectar vida y emociones.
Yo te he encontrado. Nunca se te olvide. Tú, te ofertabas virtual y a partir de este momento nuestras vidas han cambiado. El azar, la justicia, la ecuanimidad... no se. la cuestión es que la grandeza espejo ha heho que saltes a mi pantalla, hasta ahora llena de otras muchas cosas que ya te iré contando, si quieres, si sigues siendo infantil y nunca cruzas la línea de lo pueril. Gracias.
Un beso.

La Garrapata Vegetariana dijo...

La madurez es eso que creemos alcanzar cuando ya no nos divierten todas esas cosas maravillosas que haciamos de pequeños. Yo voto por reirnos sentados en la puerta de casa, mirar muchos dibujos, comer helado y simplemente... ser feliz