domingo, febrero 12, 2006

Tacto

Hubo un tiempo en el que mis parpados se rendían y veía mis dedos jugueteando entre los tuyos.

Hubo un tiempo en el que mis parpados se entreabrian y aún veían tus dedos acariciando la palma de mi mano.

Hoy no me hace falta soñar con tus manos. Las siento.

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