domingo, enero 29, 2006

Tren

Podría decir que caminaba de mi mano, pero nunca fue cierto. Volar sí... caminar nunca.

Y la ansiedad a veces no asfixia, pero clava agujas en los brazos, en los hombros, en el pecho y en el sexo. Agujas con la punta oxidada. Y no hay sangre, porque a veces la sangre se seca antes de brotar. Y las heridas se infectan sin remedio pero no hay cicatriz ni cura.

Porque podría escribir los versos mas tristes esta noche... y no sería plagio. Sería tan real como hoy puedo serlo yo.

No se en que estación de metro te perdí... pero no quiero perderme esta noche si no tengo la certeza de que me encontraras.

No hay comentarios: