Y se perdió.
Buscó durante horas en esa habitación, que hasta hace minutos era suya, sin encontrar nada que le hiciera saber que seguía existiendo. Vio su cama, su almohada, ... y en cada objeto todo aquello que fue su vida.
Y se perdió.
Golpeó la imagen que el espejo le escupia, destrozó con sus manos la ropa que olía a lo que ya no era, vomitó injurias por lo que era y no quería ser.
Y se perdió.
No descubrió en su cuerpo nada que la hiciera volver a encontrarse. Arañó sus piernas, su pecho, su cara buscando debajo algo que le regalara lo que buscaba y no lo halló .
Y se perdió... consumida, sin lograr entenderse.
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