Siempre subo y bajo las escaleras, corriendo... da igual de donde sean, no hace falta tener prisa. Siempre las bajo corriendo. Mis amigos dicen que pueden adivinar que soy yo por mi forma de pisar las escaleras. Dicen que parezco un caballo.
En casa, también las bajo y las subo corriendo. Son de caracol... mi madre dice que un día me voy a matar. Lo sé. Creo que ya he estado a punto de hacerlo en varias ocasiones. Pero no sé bajarlas de otro modo, mis piernas se atropellan en cuanto piso el primer escalón... y una vez que ocurre esto engullen los peldaños sin que yo pueda hacer nada para evitarlo.
Me he dado cuenta, que cuando subo unas escaleras siempre me salto el segundo escalón. No sé cual es la razón que me impulsa a despreciar este peldaño concreto. Siempre es el mismo... nunca me salto el tercero, ni el primero... siempre el segundo.
Extraño.
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