Hoy camino, un paso delante de otro.
Los pies, descalzos por la arena que llega a tu orilla. Sangre tibia en las manos frias. En los dedos muertos, en la sonrisa herida.
Círculos que se concentran en las algas que depositas en mi cuerpo. En las rocas que abren este oceano que nos encuentra. Pasos en la arena, dormida, como nosotros tal vez.
Y busco como cuando sabía buscar, y espero cómo jamás quise ni supe hacerlo. Tus ojos se iluminan en algún lugar cercano, besando los pasos que la arena, hambrienta, devora.
Inundada de la sal que a veces se cae de mis ojos hasta el alma, hasta el alma herida que no entiende ya de preguntas ni respuestas. Hasta aquella que supo ser y estar y ahora se enreda en esas algas que traes hasta mis rodillas.
Camino. Aun no sé el lugar al que ir.
1 comentario:
Reencontrando, quizás te reencuentres. Besos.
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