No sé si es sano enamorarse de la nostalgia o emborracharse de recuerdos...
... pero hoy quiero brindar por esos días en los que las risas llenaban todos los espacios posibles; por esos días en los que nos tirabamos los trastos a la cabeza y todo se solucionaba con una tirita y un abrazo; por esos días en los que la piel dolía más que el alma.
Brindar por las manos tibias de la abuela lavando nuestros pecados con caricias; por los veranos eternos, y los atardeceres infinitos. Brindar por las bolas de nieve de aquel invierno desconocido que nos enseñó a crecer.
Brindar por tu piel, por tus besos y por tus ojos clavados en los míos.
Por las murallas caídas, por los puentes levantados gracias a las sonrisas de Pablo, de Ángela, de Miguel Ángel, de María, de Mario, de Carmen, de Jorge, de Manuel, de Álvaro y por la incipiente sonrisa de Chloe.
Brindar por las personas que estan, queriendo estar, sin ataduras. Por las que han estado y las que quedan por llegar. Por los besos que he dado y los que me quedan por entregar.
Por las palabras que no se borran, por las historias que nos anudaron el estómago, nos partieron en dos, en tres y en cuatro, pero nos hicieron más fuertes.
Por todo ello, por lo que fue y por lo que será.
Salud!
4 comentarios:
Que tiempos aquellos.
Saludos.
Salud !!
Joder que ñoña sigues siendo.
Hala hasta pronto.
Manuel
Ten hermanos para esto... capullooo! Un besin
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