sábado, enero 08, 2011

Café

Un sorbo y las manos confusas, buscando anudadas bajo la piel. Y los pasos cansados por el pasillo, las palabras taladrando los cristales de las ventanas desde las que miro y no veo.
Otro sorbo y las canciones sonando tibias, lejanas, acostumbradas a morir en mis oidos como el ronroneo de los labios al besar.
Pies de barro y pasos de metal.
Otro sorbo, y otro y otro más. Hasta el final, hasta la muerte errante, hasta la podrida ausencia de dolor y de felicidad.
Arrastrándome. Aplastándome. Asfixiándome. Torturándome.
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Y en el poso del café tu sonrisa que me devuelve la vida de nuevo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Te he encontrado y no quiero perderte... quieres aceptarme?

Anónimo dijo...

Es más corta la distancia de tus ojos a tu mente -tus pasos,tu contorno, tu sexo, tus deseos- que al fondo de una sonrisa imaginada.
Es más real el sabor cálido de tus labios, beso perdido, en ese café ausente.
Luz, gaddira.

josean.
isladejoseanton

Anónimo dijo...

Como agua para mi sed...