Escalones.
Peldaño tras peldaño.
Abulia. Dame agua, o sal, o aráñame los párpados con imágenes castrantes.
Besa mis lágrimas, bebételas, o simplemente písalas sobre la hierba ahora menos seca.
Quítame la paz, la memoria triste y marchita, las fotos amarillentas, las canciones, las mareas que me mojaron los pies, la vida...
Tómame del brazo y camina, caminándonos, o perdiéndonos en las palabras tristes que murieron y resucitan hoy un poco más viejas.
Escala por mi pecho, por los lunares de mi espalda, por las piernas tibias y anudadas.
O simplemente date la vuelta y déjame seguir subiendo.
2 comentarios:
Buena pluma, mucho sentimiento y buena prosa,
felicitaciones
un abrazo
tremendo...
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