lunes, junio 25, 2007

Oráculo

Que el sol no me importa ahora que me sobra todo, y me faltan demasiadas cosas.

Asfixia. Dolor agudo que me taladra las manos hasta descubrir mis lágrimas en ellas. Las del pasado las que nunca lloré. Vertidas mientras creí soñar o tal vez en el olvido intermitente en el que me sumerjo.

Vomitarme hoy no es necesario. Que los gritos se me enredan en las piernas, en la espalda. Que esta vida no es suficiente para vivirme, tal vez tu vida tampoco lo sea.

Y vender el alma a las manos ajenas no esta en las mías ahora. Y que solo quiero que el sol se pudra y muera, que la luz desaparezca que las víboras se apoderen del camino en el que nunca caminaré.

Hoy me maldigo.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Tus palabras hacen daño, su rabia, y profundidad, su gran talento.

Siempre existen días en los que nos odiamos, en los que el dolor nos invade terriblemente. En el que, como dices, nos sobra todo y nos faltan demasiadas cosas.

Men encanta leerte, eres realmente buena.

De una lectora que hoy se ha decidido a comentar.

JM dijo...

Es cierto, hay días terribles en los que no nos queda casi nada ... si acaso: un sms, nada más.

Imagine Photographers dijo...

Eres realmente buena expresando estos sentimientos..que desearía que no fueran tuyos...tan solo una pesadilla de una experiencia mal vivida. Vivimos en un laberinto...dudamos y no sabemos a donde estamos...pero la verdad es que hay una entrada y una salida.
Besos

Irene dijo...

Te leo por recomendación...y prometo quedarme, perderme junto a ti.

Preciosas tus letras. Lates. Me tiemblas de pies a cabeza.

Un saludo =)

María dijo...

¡Nunca te maldigassss! Hay días mejores y días peores, pero todos valen la pena, así que maldecirse... ¡nunca!