Auxiliandome a diario. Beberme estas ganas de devorarme los brazos hasta encontrar el latido de mi vida.
Quiero entenderme, y que me entiendan. Abrocharte el pantalón después de besarte y caminarte por la espalda. Sonreir y seguir mirando por el balcón de la terraza, viéndome, viéndote.
Y me das la paz que te pido. Y la guerra. Y el sueño de cada noche. Y me despierto y aun no estás.
Hoy tengo miedo de mirarme en este espejo al que me asomo y reconocerme mal y tarde.
5 comentarios:
Nunca es tarde...
Exacto. Nunca lo es.
Y el miedo...creeme, no sirve para nada.
Un beso enorme
Hey!!! Me encanta saber que puedo volver a disfrutar de tus textos.
¿Espejo? ¿Y quien no tiene miedo de mirarse en ese espejo? ¿Y quien se reconoce?...
:) Entiendase sonrisa de quien se mete donde no le llaman.
Mi raza no se refleja en los espejos , quizas por eso me muevo en la oscuridad,aunque seguire cuidando de vuestros sueños y marchandome al amanecer....besos
amor y sangre, verdad?
amor y muerte.
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