lunes, marzo 15, 2004

Lámparas

Ayer fue un día largo, incluso diría que fue un buen día. Al menos para mi, un pequeño paso para conseguir un país sin aire antiguo, sin olor a cajón cerrado, sin ruido de cerraduras.
Hoy es otro día, y no me apetece hablar de elecciones, de votantes, de políticos... tampoco de sangre, ni de terror. Hoy era el día para hablar de esto, pero parece ser que otra vez cambio el curso del río.

Ahora, me gustaría hablar de algo insignificante. Solo un pedacito de mi vida hoy. Algo que a nadie interesa, ni siquiera a mi.

Esta tarde, estaba sentada en la cama leyendo, terminando un libro que un amigo me recomendo hace poco. Cuando acabé la ultima frase, la ultima palabra... me tumbé mirando el techo, analizando cada centimetro de la lámpara que centra mi habitación. Así pude estar casi 45 minutos, sólo mirando una lámpara, y cuando rompí ese trance ridículo que me ataba a aquel objeto colgante, cerré los ojos y aun así seguía viendo la lámpara.

Me fui a la cocina, llené un vaso de agua, y allí entre mis pensamientos continuaba esa lámpara, casi más clara que cuando la contemplaba en mi habitación.

Esto puede ser algo totalmente surrealista, conociendome en parte lo es, pero en mi vida hay demasiadas "lámparas"... demasiados objetos, pensamientos, personas... que no deberían perturbar mi tranquilidad, y la perturban.

A veces, te aferras a algo, porque no sabes si podrás soportar el peso de su ausencia, aunque no signifique nada, aunque no llene ningun espacio, aunque no aporte una sola sonrisa a tu vida. Si lo apartas, ¿qué habrá detrás escondido entre las sombras?.

Paradójico... llorar la ausencia de una "lámpara".

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