La muerte de la Virgen, de Caravaggio. No es mi cuadro favorito, pero lo fue durante algún tiempo.
No es el mejor cuadro del pintor lombardo, le falta la brillantez de la Conversión de San Pablo, la frescura de sus Bacos casi adolescentes, y el dominio tenebrista de la Vocación de San Mateo. Pero fue el que a mí me marcó.
Caravaggio murió joven, huyendo de la justicia, enfermo y acusado de asesinato. No era un ejemplo a seguir, pero ahí esta su obra, perdurando siglos y siglos. Su vida fue una provocación continua, como este cuadro, que fue encargado y rechazado por la Iglesia.
¿Por qué? Se han planteado muchas hipótesis, se decía que Caravaggio eligió el cadaver de una prostituta ahogada en el río, para encarnar a la Virgen, de pies descalzos, cuerpo hinchado y postura "poco decorosa" para la madre de un Dios.
Esta claro, que esta Virgen esta desposeida de divinidad (si excluimos el halo de santidad), y parece realmente muerta; no vemos una Virgen en Tránsito, ni rompimientos de gloria, no hay coro de ángeles, sólo vemos el cadaver de María, una mujer cualquiera,...
Es un duelo común y corriente, la presencia de María Magadalena destrozada por el dolor, los Apóstoles divididos: algunos apenados otros indiferentes.
Probablemente el foco de luz que proviene de la esquina superior hasta el cuerpo de María, sea un error interpretativo, y brote al contrario desde la Virgen al telón de fondo como señal de Tránsito, o tal vez Caravaggio sólo quiso dejar constancia de que la muerte nos llega a todos, y que la Virgen estaba muerta.
Quién sabe...
miércoles, marzo 17, 2004
La muerte de la Virgen
Hay personas que nunca olvidas, pese a que no son las más importantes de tu vida. Hay canciones que se alojan en tu mente y son difíciles de borrar, aunque no formen parte de tu banda sonora particular. Lo mismo ocurre con libros, poemas, ciudades e incluso con obras de arte, como es este caso.
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